“Está lleno de odio ”
dijeron los que sabían.
Y él se sentó en mi regazo
y escondió su cabeza alborotada en mi camiseta verde
y se aferró a mi cuello con sus brazos pequeños.
“Incontrolable”
dijeron los que sabían.
Y él se acostó calladamente a mi lado
y oyó mis cuentos y mis canciones.
“Rehúsa participar”
dijeron los que sabían.
Y él me tomó por las manos
y me permitió que lo llevara
hasta el centro mismo del baile y la canción.
“No coopera”
dijeron los que sabían.
Y él estuvo a mi lado,
secando los platos que yo lavaba.
“Nunca hablará”
dijeron los que sabían.
Y él caminó por el bosque,
contando historias de pájaros, de ardillas y de flores.
“Incapaz de amar”
dijeron los que sabían.
Y él plantó un beso húmedo en mi mejilla.
“No tiene esperanzas”
dijeron los que sabían.
Y él cantó conmigo
sobre las estrellas y la felicidad
y nos reímos de un chiste cualquiera.
Los que sabían habían olvidado lo del amor.
Julie Parsons